domingo, 23 de febrero de 2014

La Vida en juego

- Venga coño! otra vez el treinta y seis, esto es una mierda. Estás tirando la bola siempre donde no juego, ¡niño!

Soy Marcos, un chico normal, de barrio y tengo 23 años. Llevo siete años jugando, sí, siete años. Si echais la cuenta, os daréis cuenta de que empecé a jugar con dieciséis cuando era menor de edad. En España tienes que tener más de dieciocho años para poder jugar a juegos de azar, pero siempre puedes colarte en un bar y jugar a las "tragaperras" o en un salón recreativo y echar unas moneditas a la ruleta.

Así empezó todo. Fui con unos amigos mayores que yo a un bar y vi como uno de ellos sacó ciento veinte euros de premio en una máquina. Al siguiente día eché mi primera moneda a una máquina. No pasó nada. pero unos días después sí, me tocó mi primer premio, ¡Gané cuarenta euros! que para mí era mucho dinero. A partir de ahí no recuerdo que haya pasado más de una semana sin jugar algo.

Estoy pasando por un momento muy malo en mi vida. Tengo muchos problemas y con mi familia los principales. Somos tres hermanos, dos mayores que yo de un padre distinto al mío. Mi familia es muy humilde y mis padres han tenido que luchar mucho para poder sacarnos adelante. No han estado mucho en casa, porque se han pasado todo el día trabajando o buscando trabajo. Ahora vivo con mi hermano y también está cansado de mi actitud y de mis acciones. Cree que soy un "niñato" que no se nada de la vida. No le culpo. Le he llegado a robar dinero directamente de su cartilla bancaria. Él es el único apoyo que me queda y tengo miedo de perderlo. Me siento como un funambulista, en una cuerda muy floja y muy larga, de la que no veo el final. 

No tengo trabajo. Saco lo que puedo robando pequeñas cosas en supermercados y se las vendo a señoras que ya se han convertido en clientas habituales. Hasta me hacen los pedidos con antelación. Cuando junto algo de dinero cumplo con otro de mis deseos, el sexo. No tengo novia y a decir verdad nunca la he tenido. a veces pienso que como voy a tener novia, si ni siquiera tengo amigos. Mi vida se resume a eso y mi tiempo lo paso robando, jugando o acompañado de una prostituta y así una y otra vez. Todo lo que hago, es de manera compulsiva, está fuera de mi control. Cuando acudo a la prostitución, creo que lo único que busco es compañía, algo de atención, cariño y supongo que también sentirme poderoso y controlador. Puedo pasarme horas con una chica, hasta una noche entera. Eso sí, siempre con alcohol de por medio. es el mejor método para vencer mis miedos y mi timidez. Por esa compulsividad con la que hago uso del sexo pagado y por como afecta y controla mi vida, reconozco que me considero adicto a esa sensación o conjunto de sensaciones. 

Volviendo a la más importante o la que más me preocupa de mis adicciones, puedo decir que el juego es lo más parecido a un demonio y yo, lo más parecido a un poseído por él, que no sabe lo que hace desde que entra en el casino hasta que esta de vuelta en su casa. Al principio todo era divertido. Ganaba cuarenta "eurillos" y me iba a casa. Mi familia me preguntaba de donde sacaba el dinero y yo les contaba que jugaba a una ruleta cinco euros y tenía suerte. A nadie le llamaba la atención por aquel entonces. Esos mismos cinco euros, se convirtieron luego en veinte y mas tarde en cincuenta. Ahora he llegado a jugarme trescientos euros en una hora, o lo que es lo mismo, un tercio del salario mensual de cualquier persona.  

Estoy muy cansado del mismo ritual y de saber lo que va a pasar después. Consigo dinero y me dirijo al casino. Cuando me voy acercando, me voy poniendo nervioso y me entra una ansiedad que me pide a gritos cambiar "YA" mi dinero y sentarme a jugar. Toda la noche había estado pensando en mi zona, la zona del cero, lo que llevo jugando desde hace mucho tiempo.

- Hola!! dame cincuenta (euros) corre! 
- Y ponme una cerveza (grito, ya sentado) 


Hablo atropelladamente con mis vecinos de ruleta y bebo muy rápido, sin ni siquiera saber si es mío lo que estoy bebiendo o a veces, qué narices es. Lo único que me importa es poder jugar mi zona y no perder el tiempo. 


-Vamos cero bonito, sal! dame una alegría coño. 




El corazón se me pone a mil cuando me toca un premio, me embarga la euforia. Es una sensación de fortuna a la que uno se acostumbra fácilmente. Casi siempre llevo perdidos en el mes unos cuantos cientos de euros, pero cuando me toca un premio soy un ganador. Me creo el rey del mundo y no me acuerdo del dinero perdido. eso hace que siga apostando y cada vez con más fuerza, pensando que juego con dinero que me "ha tocado" y no recordando que había perdido mucho más. Finalmente acabo perdiéndolo todo y dándome golpes en la cabeza por lo que me va a decir mi hermano, cuando vea que le he robado dinero de su cuenta o llorando porque me he gastado lo que había ganado con mis "trapicheos", en lugar de ayudarle a pagar el alquiler. 

¿Qué narices ha podido cambiar? Yo antes tenía mucha suerte. 

En el fondo sé perfectamente lo que pasa. Cuando ganaba antes, cogía el dinero y me iba. Ahora nunca gano, porque siempre quiero más y sigo jugando hasta que lo pierdo todo. Sé que la estadística juega en mí contra, pero esa puta sensación de ganar... 

A mi edad en total podría tener pagada media casa con lo que me he jugado en la ruleta. En muchas ocasiones pienso que estoy loco, porque pienso que puedo recuperar gran parte de lo que he perdido y eso hace, que pierda más. 

Ya no se que hacer. Lo he intentado todo para dejarlo y no puedo. Es tremenda la rabia y la impotencia que siento al descubrir que estoy tirando mi vida por el juego y se cómo arreglarlo. Encuentro mucha gente como yo, pero en una edad más avanzada y me veo reflejado en ellos y ellas. Mentiras, soledad, ansiedad...
Eso es lo que les rodea a todos y cada uno de ellos y ellas.

Mientras juego veo a uno que coge el teléfono
- Si? Dígame. Ahora mismo no puedo atenderle, estoy en una reunión muy importante...

Otro
- Cariño! ya mismo voy a casa que me ha surgido un imprevisto y por eso llego un poco tarde.

Se ve de todo en este mundillo. Incluso un chico "amigo de vicio", que acaba de ser papá de una niña. Debe ser una sensación maravillosa, lo más bonito del mundo. Pues él está allí cuando no trabaja, es decir, no pasa tiempo con su bebé, porque el único tiempo que le queda es el de dormir. Que lástima, ¿no?

Pues eso es justo en lo que no quiero convertirme. Claro, ahora todo el mundo ve que tengo un grave problema. Quizá si me hubieran prestado atención cuando jugaba cinco euros...




Ahora te pido que te pongas en mi lugar. Imagínate que estás en una celda de dos por dos metros, con un ventanuco muy pequeño y encadenada/o de pies y manos. Así es como yo me siento. No puedo escapar de esas ganas de jugar con las que sueño de día y vivo de noche. No puedo dejar de pensar en el juego mientras hago otra cosa en mi vida. Lo controla todo.  He de afirmar que hay otros/as que hacen buen uso de los juegos de azar y son ellos/as los/as que controlan la situación. Solo hago un llamamiento a madres/padres, hermanos/as y amigos/as de personas que se encuentren en una situación similar a la mía. AYUDADLES!  si tu hijo/a, hermana/o, amigo/a comienza a jugar, acompañale, ten un control sobre lo que juega y las cantidades que juega. Veo muchos chicos/as que empiezan a jugar y me recuerdan a mí. Da igual si son apuestas deportivas, máquinas tragaperras, poker o cualquier otro tipo de juego.Quizá cuando llegue a el punto donde estoy yo, sea demasiado tarde. 


Si juegas con control, ganas en tu vida. Si juegas con tu vida, pierdes el control. 


2 comentarios:

  1. LA forma de la redacción, relamente me hace imaginarme que el personaje esta aun lado contandome su historia y es muy sencillo imaginarme cada cuadro que se presenta.
    Nunca para ser honestos me había puesto a analizar como se pude sentir una persona así, que es lo que pasa por su mente cunado realiza ciertos actos, en este caso es el hecho de apostar, hay otras que es consumir sustancias, inclusive te haces adicto a alguna persona (esa sensación la conozco) .. es tremendamente difícil.
    Lo que me gusta de la historia es la iniciativa que tiene el personaje por querer salir adelante, aun cuando le es difícil el reconoce que esto le hace mal.

    Muy buena historia.
    Esperamos la siguiente : )

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, cesia!! Te agradezco muchísimo esas palabras y sobre todo, que me digas que he conseguido que te pongas en el lugar de esa persona. Un abrazo

    ResponderEliminar